26 nov 2008

9. Un poco de amor

"Ven para acá, Claudia".
Un viejo tomó de la mano a una señora.
Estaban medios entonados y parecían haberse conocido recién.
Como que trataron besarse, pero sólo se cunetearon.
Luego siguieron caminando por O'Higgins, con rumbo desconocido para mí.
Faltaban 10 minutos para la una de la madrugada.
Y ahí estaba yo, junto a una fauna de rezagados en el paradero que lleva a Talcahuano.
Hacía frío y para colmo tuve que tomar un taxi.

9.1. Acerca del arte
Hoy me encontré con una ex compañera de la UDD.
Qué tal.
"Súper bien".
Qué se cuenta.
"Aquí sigo, metida en el arte"
Mi pregunta: ¿Qué es estar metido en el arte?

9.2. Cambio de mesa
Gracias a una oferta contundente de palomitas con sal.
A una música de fondo basada en éxitos lolos anglos ochenteros.
Y una estética cálida, el Quebec logró posicionarse, en menos de 6 meses, en el local para universitarios y profesionales adulto joven que más clientes tiene entre los bares del centro-centro.
La gracia son sus palomitas.
Los tragos promedian los $3 mil y tienen una variada oferta de cervezas.
Las salsas dulces con la que acompañan las presas de pollos son su fuerte.
El Quebec es hoy lo que el año pasado fue el Blass.

9.3. Para estar en onda
Of Montreal, "The gay parade", LP, 1999.
Disco 100% recomendable de una banda que hoy brilla con sus sonoridades logradas, entre otras cosas, por elementos electrónicos.

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Mi foto
A los ocho años mi perro me mordió la mano derecha. Me dejó una cicatriz. El mismo animal, al año siguiente, me mordió el hombro opuesto al corazón. Otra cicatriz. En 1999 un perro casi mata a un gato. Intenté salvarlo, y lo logré. Pero éste, en el rescate, me arañó y dejó dos marcas muy feas en mi diestra. Mi mano izquierda posee dos cicatrices; no recuerdo cómo me las hice.